Las Agencias
Calificadoras de riesgo daban la máxima calificación crediticia y los bancos
alemanes y de otros países europeos prestaban a destajo a sus congéneres
españoles, sabiendo que al “milagro” español y su burbuja inmobiliaria le
quedaba muy poco tiempo. En efecto, como dice Inmaculada Rodríguez-Piñero,
Secretaria de Economía de la Ejecutiva Federal del PESOE (Partido Socialista
Obrero Español), en un artículo del Diario
El País, la fiesta financiera en España
se acabó definitivamente con la caída de Lehman Brothers en septiembre del año
2008. La recesión de ese año fue
provocada por la crisis financiera de los créditos hipotecarios en los Estados
Unidos.
Hoy todos conocemos
el resultado de la gran farra en la Madre Patria y las secuelas de la especulación financiera que allí se
gestó: una recesión sin políticas de crecimiento produce más desempleo y por lo
tanto más morosidad bancaria. Activos inmobiliarios paralizados con los
consecuentes remates de casas que dejan en la calle a miles de familias. Bueno,
y la pregunta de siempre: ¿Quién paga los costes de esta mega-crisis?
Como siempre, el gobierno de turno, tal como sucedió en Chile con la
crisis bancaria del 1982, sale a impedir el colapso del sector financiero y
principalmente de los bancos; todo lo anterior a pesar del irresponsable
comportamiento de éstos.
En definitiva, los
costos de la mala administración bancaria no la pagan los accionistas, sus
dueños. No señor, la pagan los millones de asalariados chilenos en el caso de
la crisis del 82 y los españoles en la actual crisis que azota a ese país.
En el caso español,
el actual gobierno de Rajoy ha iniciado el desmontaje del andamiaje social que
protegía a los millones de asalariados y estos se ven privados de golpe y
porrazo de muchas de las conquistas
alcanzadas en los últimos cuarenta años
de luchas políticas y sindicales. Lo que se pretendía con los gobiernos
socialistas españoles, ser una escalera construida peldaño a peldaño para
conformar un Estado de Bienestar ha sido
destruido de igual forma por el Partido Popular hoy en el poder. En esta
desconstrucción del Estado de Bienestar los que pagan los gastos de la borrachera
bancaria son los trabajadores, pensionados, inmigrantes etc.
Pero los banqueros ¿dónde
están con la cacareada responsabilidad
social empresarial, tan de moda en estos días ? Parece que en ninguna
parte de esta obra trágica para el pueblo llano español y tan apacible para los
culpables de ella. Como ejemplo valga este botón de muestra:
Un funcionario
informático del banco Suizo HSBC, el señor Hervé Falcioni, destapó a varios
miles de evasores de impuestos que escondían sus ganancias en ese banco de Ginebra. Los servicios
fiscales de varios países europeos tales como, Alemania, Francia, Holanda y
claro está España revisan desde el año pasado los listados. En este último país
se están revisando miles de nombres de potenciales evasores de impuestos españoles. Según datos
preliminares aparecidos en la prensa europea y consignado en un artículo del
Diario El País, son 4200 los evasores que han caído en Francia gracias a los
datos que entrego el funcionario bancario suizo.
El ex
secretario de hacienda de España dijo que las cuentas de contribuyentes
españoles recogidas por Falciani son
3.000 mil y hasta el momento
Hacienda ha descubierto unos 659 defraudadores. El total de lo transferido solo
en España ascendería a unos 6.000 millones de euros.
Entre los contribuyentes defraudadores esta
nada menos que el señor Emilio Botín, presidente y principal accionista del
Banco Santander, quien habría depositado
a las arcas fiscales españolas 200 mil euros para tapar en parte su “involuntario
olvido”
Los Técnicos del
Ministerio de Hacienda español (Gestha) han criticado el “trato favor” que se
ha dispensado a la familia Botín en relación a la presunta comisión de delitos
de fraude fiscal y falsedad documental porque se les dio una segunda
oportunidad para pagar voluntariamente, lo que no se ofrece al resto de
ciudadanos.
Como ejemplo, cita
el caso de la familia Botín, en el que al parecer,” ha quedado patente la
incapacidad” de la Agencia Tributaria para valorar en un año el presunto fraude
y las declaraciones complementarias presentadas, lo que ha llevado a presentar
“in extremis” la denuncia a la Audiencia Nacional antes que el posible delito
prescribiera. Así, los Técnicos de Hacienda recalcan que la aplicación de
amnistías fiscales u otros de favor para hacer aflorar la economía
sumergida no son la herramienta adecuada
para hacer emerger las bolsas de dinero negro, tal como se ha demostrado en el
pasado.
En opinión del ente
fiscalizador español, este tipo de actuaciones suponen un agravio comparativo hacia los asalariados y
las rentas de capital sujetas a retención que se encuentran bajo el control
exhaustivo de la Agencia Tributaria. No hay que ser muy avispado para hacer un
paralelo con el caso del borrado y cuenta nueva que realizó el SII con la
multimillonaria deuda de la empresa Johnson.
El escándalo traspasó las fronteras europeas y
es así como la Subcomisión de Seguridad Interior del Senado estadounidense,
investiga las relaciones del narcotráfico
y las conexiones que detectó en algunos de los clientes del banco suizo
HSBC.
En Chile, quienes han sido timados por el banco del Sr.
Botín ¿tendrán alguna oportunidad? Por los antecedentes anteriormente
relatados, parece que no.
Y otra cosa, antes que me olvide: ¿Ustedes leyeron en la
prensa escrita Chilena algo, por casualidad, de
que el Señor Botín tenía su botín
escondido en un banco suizo para no pagar impuestos en España? Qué vergüenza
para los varios presidentes de Chile que lo han recibido con alfombra roja y
honores en el Palacio de la Moneda.
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